lunes, 18 de julio de 2011

Hay eco y huele a cerrado. Habrá que abrir las ventanas.

Procrastinación. Quería empezar esta nueva andadura con esa palabra, y ahora que lo he hecho, puedo ir al fondo del asunto.

Me aburro. Y mucho. Después de cuatro años de carrera en Málaga, experiencia maravillosa e irrepetible donde las haya, llega la incertidumbre de qué diablos hacer con mi vida; sensación que todos hemos experimentado alguna vez. Y quien diga lo contrario que se agarre los machos. Para empezar, comencé complicándome la vida escogiendo periodismo, profesión que seguramente lidere el ranking de futuro más negro junto al de afilador y el de suicida a tiempo parcial. Terrible problema el de crecer con el periodismo de investigación o el de a pie de trinchera en mente, y salir de la facultad cuando un tercio de la población española se dedica a ver a un grupo de frikis semidesnudos en una isla o en el momento en el que el mayor imperio periodístico de la historia (que Cronkite me perdone allá donde éste por denominarlo así) está haciendo tambalearse a las altas esferas británicas por saltarse a la torera los más mínimos niveles de ética profesional (comprensible por otra parte; es imposible hacer algo que desconoces por completo).

La gran mayoría de compañeros están realizando sus prácticas en diversos medios por todo el mundo; algunos en sitios tan lejanos y desconocidos como Algeciras (es coña, evidentemente; no existe un lugar llamado Algeciras). A los desdichados a los que la fortuna no les ofrece su sonrisa de Profident, como a un servidor, no nos queda otra que ver pasar el tiempo hasta que decidamos que hacer con nuestra "estúpida e insignificante vida", como diría Lester Burnham; el problema es que al tiempo ya le he visto demasiado la cara, por lo que he decidido retomar el proyecto blogeril. Una putada, justo ahora que parece haber dejado de estar de moda. Y sí, he dicho 'retomar' porque los cadáveres de otros dos blogs que yo creé, sangre de mi sangre, yacen en el cementerio cibernético de internet. Desde aquí pido que guardéis un minuto de silencio por "El rincón de Bemo" y "A la mierda los libros de estilo". Bueno, mejor no, que lamentaría perder lectores antes de comenzar con esto.

El blog está aún en pañales. Todavía me queda trabajo en el diseño, la organización, incluso en el sentido de todo esto. Seguramente estará terminado cuando deje de tener ganas de seguir adelante con el proyecto, para variar. De todas formas, con un poco de suerte, no tenéis que aguantarme demasiado tiempo,... y si no... ¡qué narices! ¡Cerráis la ventana y que os den! En definitiva, creo que ya puedo dar por finalizada la presentación. Seguro que esperáis el siguiente desvarío de este perturbado con las mismas ganas con las que Cayo Lara aguarda el discurso de Navidad de su majestad. Repito: las mismas.

Ah, se me olvidaba. Haz el favor de comentar, que no te cuesta nada y me ahorras tener que subirme a un campanario con la escopeta cargada. ¡Gracias!

2 comentarios:

Pacoesteban dijo...

(es coña, evidentemente; no existe un lugar llamado Algeciras).
Esta frase me ha hecho bastante gracia.
Vamos los que no hacen prácticas!!

IbrahiGames dijo...

Enorme señores, las personas que no hacemos prácticas probablemente tengamos el mismo futuro que las que lo hacen. Es triste pero es la realidad. Un abrazo fuerte para los dos.